viernes, 27 de septiembre de 2013

UN BALANCE A SEIS AÑOS DE SUMMORUM PONTIFICUM.

El pasado 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se cumplieron seis años de la entrada en vigor del Motu Proprio Summorum Pontificum. Por este decreto pontificio Benedicto XVI ofreció nuevamente a todos los fieles de la Iglesia la posibilidad de beneficiarse de todas las riquezas litúrgicas, espirituales y pastorales que se contienen en el misal promulgado por San Pio V. La página italiana cordialiter –blog sobre la tradición católica- publicó un breve y preciso balance de lo que han sido estos seis años, que ahora presento traducido al español.

Sexto aniversario de la liberalización de la misa tradicional

Hoy se cumple el sexto aniversario de la entrada en vigor del Motu Proprio Summorum Pontificum, que ha liberalizado el uso del Missale Romanum de 1962. Sin lugar a dudas, se ha tratado de un acontecimiento histórico que ya está dando, y dará aún más en el futuro, inestimables beneficios espirituales. El antiguo rito ya no es algo que debe ser "tolerado"; es ahora un verdadero derecho de los fieles y sacerdotes. Benedicto XVI ha derribado la "cortina de hierro litúrgica" que durante años ha impedido a muchos católicos poder satisfacer sus propias aspiraciones legítimas.

¿Cómo han transcurrido estos seis años? Para ser sincero, cuando se publicó el Motu Proprio pensaba que los detractores de la misa tridentina se verían limitados a un ostracismo silencioso; pero no me esperaba en absoluto una rebelión tan descarada, llegando a ejercer presiones, amenazas y castigos en contra de los tradicionalistas, y las manifestaciones públicas de disidencia contra el Papa. En fin  ha faltado solo el aceite de ricino para nosotros. Pero ¿cómo es posible toda esta aversión rabiosa hacia un rito sagrado que ha nutrido innumerables almas a lo largo de los siglos? Esto indica que la situación espiritual general es decididamente más grave de lo previsto. Odiar la Misa de San Pío V significa estar a un paso de las tesis de Lutero. Sin embargo, la represión no ha logrado detener el avance de la tradición. Los fieles interesados ​​en la liturgia tradicional se han incrementado exponencialmente, en las librerías se han agotado numerosos textos sobre estas materias, los centros de Misas se han multiplicado de manera espectacular, algunas órdenes religiosas han adherido en masa al rito antiguo, cerca de 300 obispos de todo el mundo católico han celebrado públicamente el Santo Sacrificio de acuerdo con el usus antiquior. Por tanto el balance es netamente positivo, visto que la situación ha mejorado claramente en relación al pasado. Por supuesto, hay que reconocer que hay "focos de resistencia" feroces, pero es imposible que los detractores de la antigua liturgia puedan detener el movimiento tradicional; sería como intentar frenar un río fuera de cauce.

Texto original: http://cordialiter.blogspot.com/2013/09/sesto-anniversario-della.html

1 comentario:

  1. Gustavo Delgado Bravo27 de septiembre de 2013, 8:03

    La introducción de su artículo dice que "Benedicto XVI ofreció nuevamente a todos los fieles de la Iglesia la posibilidad de beneficiarse de todas las riquezas litúrgicas, espirituales y pastorales que se contienen en el misal promulgado por San Pio V.". Creo que sería más preciso decir que con Summorum Pontificum, Benedicto garantizó el derecho que los fieles siempre tuvimos, de beneficiarnos con la Santa Misa celebrada según la edición típica del Misal Romano, hecha por Juan XXIII, "promulgatam et numquam abrogatam". Hoy más que nunca hay que defender la correcta interpretación del espíritu del Motu Proprio: garantía, no "creación", de un derecho.

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