lunes, 7 de marzo de 2016

LÆTARE IERUSALEM


 “Y cuando estaba para cumplirse el tiempo de su partida, Jesús decidió firmemente marchar hacia Jerusalén (Lc 9, 51).

Sí, alégrate Jerusalén; alégrate porque nuestro Salvador camina decididamente y con paso firme hacia ti para consumar los misterios de nuestra redención. Y alentados por las palabras de Tomás Apóstol a sus compañeros, «vayamos también nosotros y muramos con Él» (Jn 11, 16), nosotros también nos alegramos de poder caminar junto Jesús y, con su auxilio, acompañarlo hasta el fin.


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