miércoles, 14 de junio de 2017

SACRA LITURGIA 2017. INTERVENCIÓN DEL CARDENAL SARAH (II)

Cardenal Robert Sarah. Foto: Fr. Lawrence, OP.

«DIABÓLICO QUIEN HA ATACADO A BXVI: DESTRUYE LA IGLESIA»
Por Lorenzo Bertocchi
(Continuación)


PERMANECER VUELTOS A CRISTO
El cardenal ha recordado a continuación unas palabras de san Ambrosio dirigidas a un bautizado: “Recuerda las preguntas que se te han propuesto, vuelve a pensar las respuestas: tú de vuelves hacia el oriente, porque quien renuncia a Satanás mira a Cristo cara a cara” (De Mysterii). «A través del uso de una postura física común, de profundo significado junto a sus hermanos, el neófito toma su lugar como cristiano en el culto de la Iglesia. He hablado en varias ocasiones sobre la importancia de recuperar esta orientación, de estar vueltos hacia oriente durante la celebración de la liturgia de hoy, y sigo sosteniendo lo que he dicho. Simplemente me gustaría señalar que en las palabras de San Ambrosio podemos apreciar el verdadero poder, la belleza, incluso el sentido de cuando miramos al oriente. Así permanecemos unidos en la Iglesia, que se vuelve hacia el Señor para adorarle, para contemplar a Cristo “cara a cara”.

En definitiva, «un cristiano es una persona que sabe ocupar su lugar preciso en la asamblea litúrgica de la Iglesia, que toma de este manantial la gracia y la enseñanza necesaria para la vida cristiana. Estas personas comienzan a penetrar, y por tanto a vivir siempre más, los profundos misterios transmitidos por la Sagrada Liturgia. Por eso, participar en la Sagrada Liturgia, es algo esencial para el cristiano».

LA COMUNIÓN EN LA BOCA Y DE RODILLAS
«Hoy querría expresamente llamar a pensar y promover la belleza, la conveniencia y el valor pastoral de una práctica desarrollada durante la larga vida y tradición de la Iglesia, esto es, el acto de recibir la Santa Comunión en la lengua y de rodillas. Si San Pablo nos enseña que “al nombre de Jesús doble la rodilla todo cuanto hay en los cielos, en la tierra y en las regiones subterráneas” (Fil 2, 10), cuanto más debemos doblar nuestras rodillas cuando recibimos al Señor en el sublime e íntimo acto de la Sagrada Comunión».

Para reflexionar sobre este tema tan delicado, el cardenal ha propuesto a los presentes el ejemplo de dos Santos: Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta. «La vida entera de Karol Wojtyla estuvo marcada por un profundo respeto por la Santa Eucaristía. (...) Hoy les pido simplemente que piensen en los últimos años de su ministerio: un hombre marcado en el cuerpo por la enfermedad; pero Juan Pablo II nunca se ha sentado delante de la Eucaristía. Siempre se ha obligado a arrodillarse. Necesitaba la ayuda de otros para doblar las rodillas y luego levantarse. Hasta sus últimos días ha querido darnos un gran testimonio de veneración al Santísimo Sacramento».

La madre Teresa «seguramente tocaba todos los días el “cuerpo” de Cristo presente en los cuerpos acabados de los más pobres. Sin embargo, con asombro y veneración respetuosa, decidió no tocar el cuerpo de Cristo transubstanciado. En cambio, lo adoraba. Lo contemplaba silenciosamente. Se arrodillaba y postraba delante de Jesús en la Eucaristía. Y lo recibía como un niño pequeño humildemente alimentado por su Dios. Ver a cristianos recibir la Sagrada Comunión en sus manos le llenaba de tristeza y dolor. Ella misma dijo: «cuando voy por el mundo, lo que me hace estar más triste es ver a la gente que recibe la comunión en sus manos».

Sarah se ha declarado consciente del hecho de que «la legislación actual contiene el permiso para recibir la Eucaristía de pie y en la mano, pero recibirla de rodillas y en la lengua es la norma de los católicos de rito latino».

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